Leo y difundo un artículo sobre hardware libre:

«Todo el hardware es liberable (tanto en procesos como en circuitos ), pero a diferencia de los programas esto adquiere relevancia cuando tenemos acceso a la tecnología para fabricarlos. En un principio, hace muchos años, el hagalo usted mismo estaba más difundido. La tecnología creció rápidamente dificultándolo, pero en la actualidad, con la disminución de los costos, el aumento de la capacidad y simpleza de los microcontroladores, sumados al gran aporte de Internet en la difusión del conocimiento y la posibilidad de interactuar con grupos afines, se está logrando que cualquier persona pueda fabricar este tipo hardware aprendiendo en el proceso».

Me interesa mucho este tema (sobre todo desde que los cartuchos compatibles me complican la vida con la impresora, o desde que tengo laptop y veo sus limitaciones para arreglarla o mejorarla). Creo que el «hágalo usted mismo» y el recibir ayuda de la comunidad para darle más vida y más usos a nuestro hardware es una excelente idea. Desde el punto de vista ambiental, para disminuir la generación de chatarra tecnológica, y desde el punto de vista ciudadano, para tender hacia una sociedad más libre, menos dominada por la industria que nos impone el consumo desenfrenado e irreflexivo de «gadgets».

Para reflexionar sobre esto último, siempre es bueno volver a ver el excelente documental de TVE sobre obsolescencia programada: «Comprar, tirar, comprar».