Etiqueta: e-learning

  • La cultura libre no es una filosofía

    La cultura libre no es una filosofía

    De un tiempo a esta parte, siento que la tarea de quienes militamos por la cultura libre se encuentra con una dificultad: la generalización de la cultura libre como una «filosofía» o una «actitud» que se lleva a distintos ámbitos de la vida.

    Ilustración del post por Cristóbal Schmal. Fuente: Flickr, licencia CC BY-NC.

    Tal vez esto suena a una resistencia a que el concepto se popularice entre no-militantes sin iniciación, y así se desdibuje o se «bastardee». Nada más lejos de lo que quiero decir. Por el contrario, soy muy partidiaria de la apropiación social de cualquier idea, sobre todo de aquellas ideas por las cuales milito. Y si la idea de cultura libre se transfiere a cada vez más sectores y prácticas, no me voy a quejar, al contrario, eso me parece una gran noticia, señal de que algo estamos haciendo bien. Pero la dificultad, como toda vez que eso sucede en cualquier ámbito, está en transferir efectivamente, junto con la idea, las consecuencias prácticas concretas que quiero que tenga esa idea. No me refiero a que la idea se mantenga «pura», sino a que su diseminación lleve a transformaciones concretas, reales, en el mundo. Que para eso militamos.

    ¿Es la cultura libre tu filosofía?

    Cuando decís que tu filosofía es la de la cultura libre, seguramente querés decir que no te molesta compartir los recursos inmateriales que tenés a disposición: conocimientos, información, ideas, obras, software, etc. Es posible que quieras llevar esta premisa también a los recursos materiales para compartir espacios, máquinas, herramientas, tierra, semillas, etc. E incluso extenderla a tus relaciones, significando con esto que tu filosofía es la de la apertura, horizontalidad, disposición a colaborar y a poner en común redes de vínculos y capital social. Y está muy bien. Todo esto es parte de lo que el movimiento de cultura libre quiere lograr.

    Para alcanzar estos objetivos con efectividad en un mundo donde la propiedad privada de todos esos recursos es todavía una institución hegemónica y las barreras de acceso por clase, género y raza están vigentes, hay que cuestionar esa propiedad y esas barreras. Y hay que cuestionarlas batallando, porque no será de manera amable que quienes concentran la propiedad, ya sea de los recursos materiales como inmateriales, estén dispuestos a renunciar a sus privilegios.

    Aunque me interesa cuestionar la propiedad privada de los recursos en todas sus dimensiones, en el ámbito específico de la cultura, las relaciones de propiedad funcionan a través de una regulación que crea monopolios artificiales sobre bienes intangibles (que son imposibles de cercar como si fuesen un campo, justamente por su naturaleza inmaterial). Este artificio se llama «propiedad intelectual» y es un gran saco en el que se meten muchas cosas disímiles que tienen distintas regulaciones: las patentes, el copyright, las marcas y otras «protecciones» que en realidad son restricciones sobre la circulación y uso social del patrimonio cultural y del progreso científico y tecnológico. Como es sabido, son mayormente corporaciones de países desarrollados quienes concentran la propiedad intelectual y trabajan sin descanso por una regulación cada vez más restrictiva, de acuerdo a sus intereses económicos.

    De la filosofía a la práctica

    Si esa propiedad intelectual concentrada en pocos actores es algo que te choca, y si te cabe más la cultura común y compartida, tenés que entender que acá hay más que una bonita idea con la que estar «filosóficamente» de acuerdo. Si tu filosofía es la de la cultura libre, tenés que entender que las regulaciones de propiedad intelectual actúan más allá de tus deseos y buenas intenciones. Si tu intención es «ser cultura libre», entonces tus obras también tienen que serlo. Pero ¿sabías que toda obra autoral nace con copyright desde el primer momento, sin necesidad de hacer ningún registro? Para practicar entonces tu filosofía del compartir, tenés que empezar por liberar tus propios trabajos creativos de las restricciones del copyright por defecto.

    Y es que, más allá de cualquier metáfora o equivalencia de sentido, hay una muy clara, práctica y concreta “definición de trabajos culturales libres”. Según esta definición, “libre” significa:

    • la libertad de usar el trabajo y disfrutar de los beneficios de su uso
    • la libertad de estudiar el trabajo y aplicar el conocimiento adquirido de él
    • la libertad de hacer y redistribuir copias, totales o parciales, de la información o expresión
    • la libertad de hacer cambios y mejoras, y distribuir los trabajos derivados

    Podemos llevar estas libertades a muchos ámbitos de la vida, pero en el ámbito de las obras culturales su significado es muy concreto y se hace efectivo a través del licenciamiento libre de las obras y de su puesta a disposición del público facilitando, o al menos no obstaculizando, las vías de acceso gratuitas. No alcanza con subir tus obras a Internet, ni con decirle a un par de personas allegadas que pueden copiar, o «inspirarse» en tu trabajo (algo que por otra parte, pueden hacer, porque la propiedad intelectual no controla la inspiración). Tampoco es suficiente con poner en algún lugar de los créditos de la obra una licencia Creative Commons, si mantenés la versión digital guardada en algún lugar privado o de acceso restringido.

    Pero además de licenciar obras propias y compartirlas, es importante apoyar cambios a la ley de derecho de autor a favor del acceso a la cultura. Porque aunque nos pongamos de acuerdo entre mucha gente convencida y dispuesta a brindar acceso a sus obras, es necesario que el acceso se convierta en derecho efectivo de todas las personas a través de un conjunto amplio de excepciones al régimen monopólico de derecho de autor.

    Cuando asumís la cultura libre como una «filosofía» que podés llevar a cualquier ámbito de la vida, la gracia está en que también asumas lo que eso conlleva. No es un slogan que se dice para apoyar una causa. Es una actividad que se practica y una causa que se milita. Tal vez, por algún motivo, la práctica de la cultura libre te genere dudas o tengas dificultades para instrumentarla. Pero la forma de resolver las dudas y superar los obstáculos es buscando información o preguntando, porque no hay comunidad más dispuesta a compartir conocimientos y experiencia que la comunidad de la cultura libre.

    La cultura libre es más que una filosofía. En realidad, no es una filosofía, es una práctica concreta. Si queremos trasladarla y generalizarla, y hasta tomarla como inspiración o ejemplo en otros ámbitos, la mejor forma es empezar por practicarla de forma consistente en su ámbito específico, que es la socialización de la cultura y del conocimiento. Porque la cultura libre, en definitiva, sirve para un fin muy concreto: crear un fondo común de cultura compartida. Solo así la cultura libre se traduce en transformaciones reales, generales y perdurables.

  • Expresión libre, abierta y ética en Internet: curso online gratuito

    Internet es un un ámbito esencial para ejercer el derecho a la libertad de expresión. Muchos periodistas alrededor del mundo se han volcado a los blogs, como espacios para mentener una voz independiente y contactarse con audiencias más críticas que buscan información alternativa a la que ofrecen los medios masivos de comunicación.

    Asimismo, con las redes sociales, la gente no se reúne solamente a conversar con sus amigos o a «espiar» la vida de los otros. Las personas usan las redes básicamente para informarse más y aprender de formas que antes eran impensables. Es que, como ha dicho Kevin Kelly, fundador de la revista Wired, un  medio como Internet, en el que se creó algo  como la Wikipedia, era algo imposible en la teoría y posible en la práctica. Acerca de esta afirmación, pueden ver una conferencia TED de Kelly del año 2007, pero que todavía es a mi entender removedora y reveladora.

    Por supuesto que la capacidad de cualquier usuario de comunicar casi cualquier cosa por Internet implica que todos somos responsables, como ciudadanos digitales, de compartir una ética de la comunicación. No solamente los usuarios personales, también las grandes empresas (Google, Facebook, etc.) a quienes hemos confiado nuestros datos personales y que regulan nuestra posibilidad de compartir información en sus redes. En definitiva, creo en la ética, en el contexto de la sociedad de la transparencia. No en los controles ni regulaciones impuestas en nombre de la moral pública o los intereses económicos.

    Aprovecho este post para hacer el anuncio y la invitación a continuar con estos temas en un curso online apoyado por el Portal de Juventud de la UNESCO para América Latina y el Caribe, que va a comenzar próximamente, donde trataremos de apoyar a los participantes en la creación de espacios de expresión libres y abiertos en Internet. Siguiendo este link podrán informarse e inscribirse gratuitamente: http://grou.ps/ciberlibertad

  • Prezi, una forma distinta de pensar presentaciones

    Hoy me encontré con un excelente post de El Caparzón, donde Dolors Reich nos dejaba tutoriales para usar Prezi. Prezi es un servicio web 2.0 que permite crear presentaciones con texto, imágenes y videos de manera un tanto especial. En lugar de lámitas y viñetas, con Prezi el contenido se organiza mediante conceptos que se van navegando de forma no lineal y con un efecto de zoom, en un espacio virtual que parece expandirse en todas direcciones.

    ¿Cómo se ve un «prezi»? Dejo como ejemplo el tutorial que Dolors traduce e incluye en su post:

    Este tutorial, además de presentar muchos tips para manejar la herramienta, nos habla de algunos conceptos que constituyen el fundamento de Prezi y que marcan su diferencia con el uso de programas como Power Point.

    En mi caso, últimamente la  forma en que preparo presentaciones está cambiando y se ha ido alejando de la propuesta de las plantillas de Power Point. Para empezar, en lugar de usar los cuadros de textos de título y viñetas que vienen predeterminados, me quedo con la lámina en blanco, para poder ir poniendo todos los elementos donde yo quiera (y no donde quiere la plantilla). Con Prezi esto es así desde el principio. Lo que se propone es apuntar una lluvia de conceptos y luego unirlos mediante una hoja de ruta que se construye posteriormente. De hecho, muchas veces no armo las presentaciones en orden cronológico, sino que parto de algunas ideas que después se conectan re-ordenando las láminas. Eso es lo que nos propone Prezi desde el principio, y de una forma mucho menos lineal.

    Finalmente, uno siempre recorta y pega de sus presentaciones anteriores y toma ideas de las presentaciones de otros que le han gustado. Otra cosa que nos anima a hacer Prezi, ya que algunas de las presentaciones se pueden copiar y reutilizar en pocos clics.

    Para terminar, dejo otro «prezi» (del edublogger Paul Hill, en inglés), donde se explica cómo aplicar esta herramienta en educación,  presentando buenos fundamentos y  tips para comenzar a utilizarla. Porque como decía en otro post, lo importante no son las herramientas, sino lo que se puede hacer con ellas.

  • No se trata de herramientas, se trata de cambios

    Participé hace poco en una «Jornada de Intercambio de Experiencias Educativas Innovadoras con uso de TIC»*, orientada a docentes. El tema de la presentación son las herramientas colaborativas aplicadas a la educación. Yo no soy docente, al menos no tengo formación como tal ni pertenezco a instituciones educativas del sector formal. Soy socióloga, podría decirse, especializada en nuevas tecnologías (eso sí, mi Maestría no tiene nada que ver con esto, todo lo he aprendido sola, o mejor dicho, en red). Pero muchas veces se me consulta como una especie de tecnóloga. Como si hablar de herramientas informáticas fuera algo que debe estar centrado en la presentación, clasificación y adiestramiento en herramientas.

    Pero hablar de herramientas tecnológicas muchas veces genera prejuicios, miedos, excesivas precauciones…

    Por eso, mientras preparaba mi charla, pensaba de qué manera expresar que, si bien las herramientas no son algo secundario, hay que pensar primero en términos de las cosas que nos permiten hacer. Muchas de esas cosas, como aprender, compartir y colaborar, vienen siendo desde siempre practicadas en los procesos de aprendizaje. Al menos en los procesos de real aprendizaje, donde el aprendiz se empodera y crece.

    A propósito de esta reflexión, comparto esta idea de George Siemens, publicada en un artículo de su blog:

    «Forget blogs…think open dialogue. Forget wikis…think collaboration. Forget podcasts…think democracy of voice. Forget RSS/aggregation…think personal networks. Forget any of the tools…and think instead of the fundamental restructuring of how knowledge is created, disseminated, shared, and validated».

    Les dejo el link al artículo completo: It’s not about tools. It’s about change

    Incorporé esta idea en mi persentación y aquí se las dejo:

    * Las Jornadas fueron organizadas por el Departamento de Educación a Distancia de Formación Docente (CEP-ANEP). Se realizaron el viernes 25 de Junio en Montevideo. Participé junto con mi colega Daniel Espíndola. Ambos trabajamos en Sinergianet.

    Fuente de la foto: http://www.flickr.com/photos/jcmaco/52592660/

  • Web 2.0 y aprendizaje colaborativo

    El enfoque tradicional de e-learning ha consistido en emplear un entorno de aprendizaje virtual (aulas o plataformas) estructurado en módulos y lecciones, con el apoyo de ejercicios de evaluación y discusiones. “El contenido está organizado de acuerdo a este modelo tradicional y entregado por completo, ya sea en línea o en relación con el más tradicional de los seminarios, a las cohortes de estudiantes, dirigido por un instructor, después de un determinado plan de estudios para ser completado en un determinado ritmo” (Downes, 2005). El e-learning 2.0 combina el uso de las aulas virtuales con herramientas complementarias y servicios web tales como blogs, wikis y otros programas sociales para apoyar la creación de comunidades de aprendizaje.

     Si bien no deja de ser válido organizar cursos online mediante un diseño instruccional en módulos de aprendizaje,  el uso de herramientas de la Web 2.0 dentro y fuera de la plataforma fortalece las competencias digitales de los aprendices para usarlas adecuadamente según sus contextos y necesidades más allá del plan de estudios concretoo. De esta manera, no todo debe “suceder en la plataforma”, sino complementado con el uso de servicios web que expandan las herramientas del aula virtual.

    No obstante, para involucrar a adultos que generalmente son “inmigrantes digitales” en este tipo de tecnologías, recomendamos acotar la cantidad de herramientas utilizadas y seleccionar aquellas que sean sencillas y estables, de uso extendido y probado, para no generar frustraciones y estimular así la continuidad de su uso. El desafío consiste en ayudarlos a continuar aprendiendo y construyendo conocimiento a través de los blogs, las wikis, las redes sociales, la lectura de feeds, etc. pero no saturar ni confundir a los alumnos. Si se da un proceso de empoderamiento digital, ellos continuarán realizando estas actividades más allá del aula virtual de un curso en particular.

    En el aprendizaje en red colaborativo aplicado a la educación a distancia se rompe el modelo centrado en el profesor o el experto en un determinado contenido. Los diálogos de aprendizaje y la colaboración se dan no sólo entre tutor y alumno, sino también entre los alumnos. “Los propios alumnos empiezan a manejar muchos -y, en algunos casos, todos- los aspectos de la experiencia de aprendizaje, incluida la creación, la co-creación y el aprovechamiento compartido de conocimientos fundamentales” (Cobb, 2008).. Por lo tanto, en este apartado hablaremos tanto del rol del tutor como del alumno en educación a distancia.

    En un sistema tutorial colaborativo el tutor es un animador de comunidades de aprendizaje. No se trata ni de autoprendizaje de parte del alumno ni de enseñanza unidireccional de parte del tutor, sino de aprendizaje colaborativo, en donde es necesario ayudar al estudiante a desarrollar criterios y prioridades en el manejo de la sobre abundancia de información que encontrará en la red.

    El tutor en la Web 2.0 “crea espacios en los que el conocimiento puede ser creado, explorado, y conectado” (Siemens). De director de grupos pasa a ser un coordinador o moderador de comunidades. Está menos preocupado por los contenidos a impartir que por las herramientas y metodologías que facilitan la construcción del conocimiento.
    Ayuda a los participantes a dejar de ser oyentes pasivos y convertirse en agentes activos de conocimiento. El aprendizaje en red es cada vez más una conversación estructurada, organizada para aprovechar aportes de conocimiento grupales.

    El educador en general, y especialmente el tutor en educación a distancia, se convierte en un «administrador de red, alguien que, en lugar de dispensar conocimiento experto, facilita las conexiones que llevan al logro de los objetivos de aprendizaje” (Cobb, 2008). Ayuda a los alumnos a adquirir las habilidades que  se requieren para la construcción de redes del aprendizaje, así como evaluar su pertinencia y eficacia con sentido crítico.

    En un modelo más centrado en el alumno, aumenta necesariamente la responsabilidad del mismo en el proceso. Es importante alentarlo a explorar sus propios intereses, en lugar de asimilar un conjunto de contenidos estáticos.
    Tanto o más importante que los contenidos son las conversaciones e interacciones que ayudan al estudiante a tejer redes.

    El aprendizaje en red se caracteriza por un mayor énfasis en colaborar y compartir contenidos abiertos. No solamente es necesario “tener” el conocimiento sino que es fundamental compartirlo para valorizarlo. Pero esto implica desafíos para el alumno. Quizás el principal es el manejo de la ansiedad causada por la sobreinformación que abunda en la red. Se busca, entonces, no la acumulación sin sentido de fuentes de información, sino que el estudiante pueda establecer conexiones relevantes entre distintos tipos de conocimiento. ¿Cómo y qué evaluar en estos procesos formativos cuando hay tanta información y tan fácilmente accesible? Es imposible exigir memorización de contenidos o evitar la consulta constante de fuentes y materiales. En este nuevo entorno la práctica del “copy-paste” no está por fuera de la ética. Hay que evaluar la maduración de los criterios de los estudiantes para manejar información, su capacidad para encontrar y seleccionar información y ayudarlos a reflexionar sobre la eficacia de
    sus redes.

    Si bien el aprendizaje en red no clausura otras modalidades de aprendizaje en línea más tradicionales, la magnitud de los cambios en la Web hace cada vez más necesario que se “aprenda a aprender”, tratando de motivar el cambio cultural y el empoderamiento digital para que alumnos sean actores clave de su formación, se apropien de la Web 2.0 y la utilicen de manera activa, crítica y acorde a sus objetivos.

  • Moodle para educación en el medio rural

    La semana pasada estuve con un grupo de una veintena maestros rurales uruguayos que están encargados de coordinar y apoyar a las escuelas rurales de los distintos departamentos del país. Ellos no dan clases directamente, sino que están en comunicación con los maestros de cada escuela para ayudarlos con sus contenidos y actividades específicos. Son un grupo interesante que está empezando a explorar las tecnologías aplicadas al aprendizaje. La actividad que me dio la oportunidad de conocerlos es un curso sobre el uso de Moodle que se realiza en el marco de la cooperación entre el IICA Uruguay y el Departamento de Educación Rural de ANEP (Uruguay).

    Dejo aquí las láminas que utilizamos con mi compañero de IICA, Andrés de Sosa, para presentar este tema.

    Seguiremos trabajando con los maestros a distancia, en la plataforma educativa del IICA.

    Sin embargo, siempre me quedo pensando en las utilidades y limitaciones de un LMS como Moodle en tiempos de la Web 2.0. Estas inquietudes que me quedan están super bien explicadas en este artículo que acabo de leer en el blog Tu Remanso: Manejadores de contenidos para la educación y plataformas sociales.

  • Taller de Investigación Online «Nuevas maneras de aprender»

    En estos días estoy participando de un taller online sobre aprendizaje en línea que tiene mucho que ver con el conectivismo, la teoría del aprendizaje en línea desarrollada por George Siemens y Stephen Downes.

    Esta actividad es gratuita y está más que nada orientada a docentes, pero han dejado pasar a una socióloga metida en estos temas (casualidad, error o acierto, ya veremos). Vi luz y entré… y ahora lo recomiendo.

    El taller funciona sobre una red Ning (de paso aprecio las bondades de un Ning bien configurado y administrado para este tipo de actividad). Es muy clara su organización, con una agenda semanal, diseño muy claro y gente cálida que te orienta y recibe.

    Los creadores y facilitadores del taller son Eduardo Peirano y Luz Pearson.

    La agenda de temas es:

    Semana 1 (22/3 al 28/3) – Precalentamiento

    Semana 2 (29/3 al 4/4) – Los blogs como fuentes de información e intercambio

    Semana 3 (5/4 al 11/4) – ¿Cómo conventir la ABUNDANCIA de la web en aprendizajes?

    Semana 4 (12/4 al 18/4) – Del Enciclopedismo al Multimedia

    Semana 5 (19/4 al 25/4) – Grupos y redes, aprendizaje colaborativo

    Semana 6 (26/4 al 2/5) – Aprendizaje rizomático

    Semana 7 (3/5 al 9/5) – Visitantes/Residentes y Nativos/Inmigrantes digitales

    Semana 8 (10/5 al 16/5) – Rol del profesor

    La participación es abierta y el registro muy rápido. Pueden acceder aquí: http://tiod10.ning.com/

  • ¿Qué es el conectivismo?

    Un breve material en forma de diapositivas como introducción a la teoría del conectivismo.

    El conectivismo es una teoría del aprendizaje para la era digital que ha sido desarrollada por George Siemens basado en el análisis de las limitaciones del conductismo, el cognitivismo y el constructivismo, para explicar el efecto que la tecnología ha tenido sobre la manera en que actualmente vivimos, nos comunicamos y aprendemos (Wikipedia).

    Armé esta presentación como tarea en un curso sobre e-learning del que estoy participando. Está bajo licencia creative commons y por lo tanto se puede modificar y reutilizar, especialmente para actividades educativas.

  • Seminario virtual Gestión Web 2.0

    En la tarde de hoy, lunes 22 de febrero, a las 17 hs tiempo de Uruguay y Brasil estaré disertando en este Seminario Virtual sobre Gestión Web 2.0, evento que integra el proyecto Empoderamiento Digital de la Sociedad Civil, impulsado por SINERGIANET con apoyo de UNESCO.

    ¿De qué tratará este Seminario? La web se ha convertido en un espacio más participativo y colaborativo. Gracias a tecnologías más amigables e intuitivas, el usuario se Internet es un consumidor-productor de contenidos que construye identidades y redes. En este seminario hablaremos de las ventajas, desafíos y recomendaciones para trabajar en la Web 2.0 desde la mirada de las organizaciones sociales juveniles.

    Para participar es necesario inscribirse previamente (es gratuito) utilizando el registro en línea disponible en este enlace: https://www.gotowebinar.com/register/325364507 Luego de registrarse se recibe una confirmación en inglés con un link. Se debe entrar a ese link el día y hora del encuentro (no antes). Cada link es personal, no se puede compartir. Para participar del encuentro virtual es necesario tener
    conectado un auricular a su PC.

    Más información sobre esta y otras actividades del proyecto Empoderamiento Digital de Sinergianet:

    empoderamientodigital@sinergianet.org
    www.sinergianet.org

    Para convertir horario a su ciudad: www.horlogeparlante.com/spanish

  • IV edición del Congreso ONLINE del Observatorio para la CiberSociedad.

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    IV edición del Congreso ONLINE del Observatorio para la CiberSociedad.
    Te animamos a que te inscribas con tiempo. Es gratuito. Saludos

    Hora: Noviembre 12, 2009 hasta noviembre 29, 2009
    Ubicación: Ciberespacio
    Organizado por: Observatorio para la cibersociedad

    Descripción del evento:
    El mundo actual, el mundo tal y como lo conocemos, el mundo desigualmente próspero y aparentemente equilibrado de la ‘posguerra fría’, se resquebraja. Diversos factores lo han sacudido y transformado, hasta el punto de hacerlo irreconocible. Llevamos más de dos décadas de supuesta revolución digital. Llevamos gran parte de esas dos décadas intentando descubrir, sugiriendo y analizando los cambios profundos de un mundo organizado en red e intensamente mediado por la tecnología, donde todas las fronteras de la sociedad posindustrial de la segunda mitad del siglo XX se entremezclan, se funden y confunden. Y de repente, estalló la crisis.

    Las crisis son momentos de cambio, de retos pero también de oportunidades, y la globalización económica, social y cultural está dejando al descubierto sus límites y sus efectos adversos. ¿Pura dialéctica? Indicaciones y contraindicaciones… nos interesan ambas.
    Se hace necesario por ello identificar, analizar y proponer prácticas vinculadas al uso de las TIC que no sólo estén contribuyendo al desarrollo y la consolidación de la sociedad del conocimiento, sino que, desde lo digital, estén incidiendo claramente en lo offline, en lo analógico, y abran nuevos futuros posibles, alternativos, híbridos.

    Lo analógico, como metáfora para describir el modelo de sociedad pre-digital, muestra claramente su agotamiento, en sus dimensiones
    económica, social, ecológica, (geo)política, religiosa, identitaria, cultural… En el otro lado de la balanza, lo digital, que viene revestido de buenos propósitos, apelando a nuevas formas de organización, creación, comunicación, colaboración, producción y consumo. El presente, el futuro, únicamente pueden ser digitales. Pero no únicamente como formato tecnológico, sino como modelo político, como proyecto alternativo, como senda colectiva que corrija los excesos de un período que sólo puede quedar atrás.

    Sin embargo, tras ambas posiciones surge numerosas contradicciones, continuidades y zonas grises que no pueden resolverse con un simple juicio sumario ni con una bienvenida incondicional. Por un lado, lo digital puede entenderse también como un detonador y un acelerador definitivo de la crisis actual. Por otro lado, una mirada hacia modelos más tradicionales de producción, comunicación y consumo colaborativo ‘analógicos por definición’ pueden convertirse en uno de los caminos más viables para ‘resetear’ la confianza colectiva.

    El 2009 es un año de efemérides en torno a Internet y la red de redes. Hace cuarenta años que nació ARPANET, viente que Tim Berners-Lee presentó al mundo su idea de World Wide Web, y casi diez que observamos y cuestionamos la cibersociedad desde este rincón de la red. La Era de la Información, por tanto, ya no es algo nuevo ni un territorio inexplorado. Pese a vivir aún inmersos en un mundo saturado de datos e innovaciones, se hace posible identificar varios ámbitos donde las TIC, tras haber aumentado su impacto social, ofrecen nuevas alternativas para organizarse, para aprender, para relacionarse.
    Internet, lo digital, ya está en el presente. La cuestión és: ¿será el futuro? ¿Qué futuro?

    Queremos enfocar el debate que emerge de este contexto y de estas preguntas partiendo de la curiosidad, de la investigación, de las observaciones e hipótesis que necesitan ser (re)elaboradas y compartidas con la sociedad. Sigue aumentando el acceso a Internet por parte de amplias capas de la población, y al mismo tiempo florece una cultura tecnosocial de innovación y exploración de nuevas oportunidades, de creatividad y experimentación. Ambas tendencias, en el momento de escribir esta línea editorial, aún no parecen haber sido afectadas por los vaivenes de lo económico, sino más bien se muestran determinadas a continuar creciendo y ofreciendo fórmulas e ideas que compartir para evolucionar.

    Mayor información: http://www.cibersociedad.net/congres2009/

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