Autor: marfossatti

  • IV edición del Congreso ONLINE del Observatorio para la CiberSociedad.

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    IV edición del Congreso ONLINE del Observatorio para la CiberSociedad.
    Te animamos a que te inscribas con tiempo. Es gratuito. Saludos

    Hora: Noviembre 12, 2009 hasta noviembre 29, 2009
    Ubicación: Ciberespacio
    Organizado por: Observatorio para la cibersociedad

    Descripción del evento:
    El mundo actual, el mundo tal y como lo conocemos, el mundo desigualmente próspero y aparentemente equilibrado de la ‘posguerra fría’, se resquebraja. Diversos factores lo han sacudido y transformado, hasta el punto de hacerlo irreconocible. Llevamos más de dos décadas de supuesta revolución digital. Llevamos gran parte de esas dos décadas intentando descubrir, sugiriendo y analizando los cambios profundos de un mundo organizado en red e intensamente mediado por la tecnología, donde todas las fronteras de la sociedad posindustrial de la segunda mitad del siglo XX se entremezclan, se funden y confunden. Y de repente, estalló la crisis.

    Las crisis son momentos de cambio, de retos pero también de oportunidades, y la globalización económica, social y cultural está dejando al descubierto sus límites y sus efectos adversos. ¿Pura dialéctica? Indicaciones y contraindicaciones… nos interesan ambas.
    Se hace necesario por ello identificar, analizar y proponer prácticas vinculadas al uso de las TIC que no sólo estén contribuyendo al desarrollo y la consolidación de la sociedad del conocimiento, sino que, desde lo digital, estén incidiendo claramente en lo offline, en lo analógico, y abran nuevos futuros posibles, alternativos, híbridos.

    Lo analógico, como metáfora para describir el modelo de sociedad pre-digital, muestra claramente su agotamiento, en sus dimensiones
    económica, social, ecológica, (geo)política, religiosa, identitaria, cultural… En el otro lado de la balanza, lo digital, que viene revestido de buenos propósitos, apelando a nuevas formas de organización, creación, comunicación, colaboración, producción y consumo. El presente, el futuro, únicamente pueden ser digitales. Pero no únicamente como formato tecnológico, sino como modelo político, como proyecto alternativo, como senda colectiva que corrija los excesos de un período que sólo puede quedar atrás.

    Sin embargo, tras ambas posiciones surge numerosas contradicciones, continuidades y zonas grises que no pueden resolverse con un simple juicio sumario ni con una bienvenida incondicional. Por un lado, lo digital puede entenderse también como un detonador y un acelerador definitivo de la crisis actual. Por otro lado, una mirada hacia modelos más tradicionales de producción, comunicación y consumo colaborativo ‘analógicos por definición’ pueden convertirse en uno de los caminos más viables para ‘resetear’ la confianza colectiva.

    El 2009 es un año de efemérides en torno a Internet y la red de redes. Hace cuarenta años que nació ARPANET, viente que Tim Berners-Lee presentó al mundo su idea de World Wide Web, y casi diez que observamos y cuestionamos la cibersociedad desde este rincón de la red. La Era de la Información, por tanto, ya no es algo nuevo ni un territorio inexplorado. Pese a vivir aún inmersos en un mundo saturado de datos e innovaciones, se hace posible identificar varios ámbitos donde las TIC, tras haber aumentado su impacto social, ofrecen nuevas alternativas para organizarse, para aprender, para relacionarse.
    Internet, lo digital, ya está en el presente. La cuestión és: ¿será el futuro? ¿Qué futuro?

    Queremos enfocar el debate que emerge de este contexto y de estas preguntas partiendo de la curiosidad, de la investigación, de las observaciones e hipótesis que necesitan ser (re)elaboradas y compartidas con la sociedad. Sigue aumentando el acceso a Internet por parte de amplias capas de la población, y al mismo tiempo florece una cultura tecnosocial de innovación y exploración de nuevas oportunidades, de creatividad y experimentación. Ambas tendencias, en el momento de escribir esta línea editorial, aún no parecen haber sido afectadas por los vaivenes de lo económico, sino más bien se muestran determinadas a continuar creciendo y ofreciendo fórmulas e ideas que compartir para evolucionar.

    Mayor información: http://www.cibersociedad.net/congres2009/

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  • Moderación de foros electrónicos y eventos en línea

    En estos días estoy trabajando en la moderación y coordinación del Foro Electrónico Internacional «La Extensión Rural en el Cono Sur: desafíos frente a la Sociedad del Conocimiento». Esta tarea la realizo como parte del staff técnico de la Oficina del IICA en Uruguay, donde trabajo como especialista en desarrollo rural. En esta área estamos intentando desde hace tiempo introducir el uso de TICs, y esta es una ocasión para ello.

    Como me toca hacer de moderadora, creo que es una buena oportunidad para reflexionar desde la práctica sobre la animación de eventos virtuales como éste.

    ¿Qué es un foro electrónico? Me llamó la atención la cantidad de preguntas que recibí acerca del funcionamiento del foro y me di cuenta de que muchísima gente no sabe lo qué es. Es importante explicar bien su funcionamiento y ser consciente de que para muchos será su primera experiencia de participación virtual.

    Un foro electrónico es una actividad on-line, para la cual se necesita acceder a Internet, ya que funciona en un sitio web. Es una actividad asincrónica, es decir, que se puede participar desde cualquier lugar (casa, oficina, cybercafé, etc.) y en cualquier momento, durante el transcurso de su duración. Los participantes entran a un sitio web donde podrán escribir mensajes y leer los mensajes de otros participantes. Estos mensajes van quedando publicados en orden cronológico. Es como el hilo de una conversación en la cual todos aportan.

    El objetivo de este tipo de actividad suele ser el de recoger un amplio espectro opiniones sobre un tema específico en torno al cual se discute y se intercambian opiniones. No se espera que el resultado sea representativo o tenga valor de propuesta, sino que, generalmente, se obtiene una idea general del «estado del arte» actual sobre el tema. Suelen ser de participación masiva, ya que por su modalidad asincrónica y su funcionamiento en línea, admite una cantidad muy grande de participantes. Hay que tener presente que no todos participarán y que muy pocos lo harán activamente. La mayoría tendrá una actitud más pasiva, pero estarán «ojeando» continuamente el foro, que para muchos es una oportunidad de «ponerse al día» con un tema y acceder a nuevos documentos y publicaciones.

    Para motivar la participación es imprescindible la presencia de un moderador que se encargue de la tarea de animación del foro: invitar a participar, sugerir preguntas, sintetizar visiones, encontrar puntos en común o identificar las distintas corrientes de opinión.

    No siempre es necesario que el moderador sea un especialista en el tema, aunque sí es importante que tenga conocimientos al respecto, es decir, capacidad de dialogar y generar diálogo, aunque el tema no sea su especialidad. Lo que tiene que lograr es hacer hablar entre sí a los especialistas. De todos modos, ésta no es una regla general. Puede formarse, por ejemplo, un equipo de moderación con un animador de la comunidad y un experto en el tema.

    Es importantísimo no esperar a que los participantes «lleguen» al foro, sino que el foro vaya hacia ellos, enviando e-mails con novedades y resúmenes, sin saturar las casillas de los participantes ni generar sensación de agobio. Facilitar «re-engancharse» en la discusión proporcionando síntesis y dando la idea de que no nos vamos a perder, de que en cualquier momento se puede aportar algo.

    Por otro lado, es reconfortante comprobar que mucha gente que se conocía presencialmente, por trabajar en la misma área, tiene una oportunidad de reencontrarse en un mismo espacio, incluso a la distancia, desde países e instituciones distintas.

    Muchas de estas reflexiones las hemos ido generando en conjunto con Daniel Espíndola y Ariel Londinsky, compañeros del IICA que tienen una larga trayectoria como coordinadores de eventos virtuales en distintas instituciones.

  • TIC para la inclusión social

    Recientemente, una ONG uruguaya que trabaja con jóvenes socialmente excluidos, me pide colaboración para preparar un proyecto de inclusión digital. La institución tiene algunos centros juveniles, educadores e infraestructura informática.

    Al comenzar a hablar del proyecto, nos preguntábamos qué metodologías se pueden plantear para la inclusión digital. Qué significa éste concepto y qué herramientas pueden ser las más apropiadas. Desde el principio, todos teníamos claros que no es suficiente con tener las computadoras y la conectividad y que no se trata solamente de enseñar informática.

    A partir de estas intuiciones básicas compartidas, estuvimos investigando. Me encontré con un interesante material en el artículo “Inclusión digital: las mejores prácticas de e-learning”, de David Casacuberta, y relacionado con esto, la Carta Europea «E-Learning e Inclusión social». Hallé en estos documentos varios conceptos interesantes, que me gustaría sintetizar en éste post.

    La brecha digital

    La brecha digital implica que hay una distribución no homogénea en el acceso a la infraestructura de comunicaciones, la conectividad y los contenidos digitales. Esta brecha se sustenta en desigualdades sociales preexistentes y además puede produndizar esas desigualdades. El nivel educativo, el estatus socio-económico, la ubicación geográfica, el género, la edad, la pertenencia a determinados grupos étnicos, la presencia de discapacidades, son todos aspectos que explican la exclusión digital de distintos colectivos y la agudización de su situación de exclusión social.

    Pero la brecha más importante no hay que pensarla en términos de acceso a la tecnología en sí misma. De lo que quedan excluidas las comunidades afectadas por la brecha digital es de lo que estas tecnologías permiten hacer: la capacidad de procesar, seleccionar y producir información como un factor de desarrollo social. Por otra parte, los excluidos digitales no tienen la posibilidad de desarrollar un papel activo en la sociedad de la información y por lo tanto, no serán tomados en cuenta en su construcción. Esto implica que los valores y criterios del mercado que priman en el desarrollo de Internet y las telecomunicaciones los van a dejar cada vez más afuera. Con lo cual, la exclusión digital se agudiza, y con ella, una vez más, la exclusión social.

    ¿Para qué la inclusión digital?

    La mayoría de los proyectos relacionados con la inclusión digital tienden a centrarse en proveer equipos y conectividad y en enseñar a usar el software, pero se ocupan poco de generar empoderamiento digital. Muchas veces se olvida lo más importante: que la inclusión digital es primero una inclusión ciudadana. Esto implica aprovechar el potencial educativo que tienen las TIC y dotar de habilidades para acceder a mejores empleos, para pensar críticamente, formar parte de comunidades, organizarse y participar como ciudadanos.

    ¿Qué es más importante? ¿Aprender a usar un navegador? ¿O aprender a encontrar información relevante, construir una identidad digital, ser un sujeto activo del aprendizaje on-line y participar en proyectos colaborativos? (entre muchas otras cosas).

    Además, la inclusión digital tiene que tomar en cuenta otro aspecto, y es que los socialmente excluidos los son también en términos de contenidos, no solamente de tecnología y habilidad para utilizarla. La condición de exclusión implica que se produce poco contenido interesante, útil y adecuado para las personas socialmente excluidas y que éste es difícil de encontrar. Se trata de contenidos minoritarios que no siempre llegan oportunamente a las comunidades que lo necesitan. Por lo tanto, es fundamental no sólo crear este contenido, sino también mejorar el uso de herramientas de creación de contenido propio, en una tarea que es, una vez más, de empoderamiento digital.


    Algunas ideas metodológicas

    La inclusión digital pasa también por aspectos metodológicos, y es sobre estos aspectos que el proyecto en el que estoy colaborando necesita indagar.

    En primer lugar, es importante no olvidar que se trabaja con población socialmente excluida y es ésta situación social preexistente la que debe ocupar a los proyectos de inclusión digital. No se trata simplemente de problemas derivados de la ausencia de infraestructura tecnológica y habilidades de manejo de software, sino que éstos están antecedidos de otros problemas. Son esos problemas los que los proyectos de inclusión tienen que tratar de solucionar, proponiendo el uso de TIC como una herramienta más.

    Para finalizar, algunas estrategias prácticas que deberían estar contempladas en los proyectos de inclusión digital:

    – No es suficiente con dotar de infraestructura tecnológica y enseñar habilidades técnicas. Es imprescindible una buena motivación y una adecuada contextualización social y cultural del proyecto inclusivo.

    – Enlazar la enseñanza de TIC con conocimientos no-digitales: por ejemplo, cómo utilizar internet para encontrar empleo. El aprendizaje debe estar basado en la resolución de problemas reales de verdadero interés para los usuarios. No sólo se imparten conocimientos digitales, sino también otras habilidades que, aunque no sean digitales, son esenciales para la inclusión social.

    – Desarrollar contenidos adaptados, atractivos y útiles para la población con la que se trabaja, cuidando de no caer en la reproducción de estereotipos, especialmente de género.

    – Fomentar el aprendizaje peer-to-peer en los que los aprendices se apoyan mutuamente entre sí a través de redes, lo que contribuye a aumentar sus capacidades y la confianza en sí mismos.

    – Trabajar en entornos de aprendizaje informales. Las tecnologías y sistemas excesivamente formales, generalistas y no adaptados a los contextos sociales y culturales de los participantes, seguramente no facilitarán la inclusión.

    – Generar un ambiente cómodo y lúdico que contemple la diversión como un factor clave para la motivación.

    – Promover la participación del usuario en el proceso de creación del sistema desde el principio, de manera que podamos ver qué funciona y lo que no.

    – Combinar lo virtual con lo presencial. Los intercambios cara a cara con los educadores y compañeros son fundamentales.

    Créditos de la imágen: LuMaxArt http://www.flickr.com/photos/22177648@N06/2137737248/

  • Andrómeda


    Andrómeda, originalmente cargada por señorita leona.

    Andrómeda, de Sir Edward John Poynter Y paraguas de Magritte. Remix de Mariana Fossatti.

    En homenaje a los griegos, maestros en historias de sexo y violencia.

    Collage Digital. 30×40 cm. 300 dpi (no sabemos cómo quedará al imprimirse, porque desgraciadamente Amdrómeda tiene escasa resolución y fue inflada artificialmente con photoshop).

    SE HARÁ UNA EDICIÓN ESPECIAL EN FORMATO POSTAL PARA SWAP Y ARTE CORREO

    Cargada por señorita leona el 6 de jul ’09, 2:22 ART.

  • Juguemos a Guillermo Tell


    Juguemos a Guillermo Tell, originalmente cargada por señorita leona.

    A lo mejor es demasiado obvio lo de la cabeza de manzana, pero no pude resistir la tentación. Después le encontré una vuelta de tuerca con la leyenda de Guillermo Tell y el macabro juego que dio muerte a la esposa de William Burroughs.

    Lo que me gusta de este trabajo es cómo hay cierto orden aún con todos esos elementos sueltos flotantes, entrando y saliendo. Si se lo mira bien, hay como una zig-zag formado por los elementos de abajo. Eso lo descubrí, o más bien lo hice consciente, recién después de pegarlos. Aparte, gracias a que hay cosas entrando y saliendo hacia y desde un espacio externo, logré deshacerme de ese efecto de «pasepartout» que enmarcaba involuntariamente algunos otros collages.

    «Jugemos a Guillermo Tell»
    «Let´s play the game of Guillermo Tell»

    Mariana Fossatti 2009.
    Collage hecho a mano / hand made collage.
    21 x 29, 7 cm

    Colección particular JG (las ventajas de ser el primero en verlo).

  • La creación y la cultura del remix

    A veces me pregunto por qué hago collage. Por momentos, pienso que es porque no sé «dibujar correcto» como para crear obras totalmente nuevas a la altura de mis fantasías, y entonces me dedico a hacer lo mejor posible con mis figuritas. Pero al final me doy cuenta que tomar imágenes creadas vaya a saber cuándo y dónde y por quien y pegarlas todas juntas en una composición que yo elijo, es un trabajo que me complace enormemente en sí mismo.

    He visto varias discusiones en Internet sobre el arte de collage y el problema que implicaría el uso de imágenes que podrían tener restricciones de derechos de autor. Ninguna de esas discusiones finalmente me ha limitado para usar las imágenes que me interesan. Sería un trabajo muy arduo pedir permiso uno por uno a los propietarios de los derechos. Pero si alguien se siente atropellado, me puede pedir que retire las imágenes usadas. Honestamente lo intentaré, pero el problema es que uso un pegamento muy bueno.

    Pero por otro lado, el hecho mismo de la remezcla, el remix, es un recurso que se está usando y difundiendo cada vez más. Hay obras que no podrían existir sin ese principio. Obras derivadas de material creado, usado, visto, conocido, pero que no dejan de ser originales (la «originalidad», una idea muy nueva en la historia del arte, pero ya vieja).

    Esta es la cultura del remix, que quizás para nosotros es un poco extraña, pero que en otros lugares no lo es tanto. Por ejemplo, en Japón, este remix cultural se expresa en el fenómeno del doujinshi, que consiste en la remezcla de historias y personajes del manga. Los autores del doujinshi llegan a ser casi tan famosos como los autores de los cómics originales. Se encuentran con el público en grandes festivales anuales, y no sufren ninguna clase de persecución por parte de la industria del manga.

    Otro ejemplo interesantísimo es la obra de Pogo, que conocí a través de El Caparazón. Pogo es un artista australiano de 20 años que mezcla pistas de audio y partes de películas populares, como Alice in Wonderland, de Disney. Lo hace porque admira esas obras y desea continuar disfrutandolas, o mejor dicho, «prolongarlas» de una manera tan lógica como extraña para muchos: crear obras nuevas a partir de aquellas. Y tiene un éxito enorme en YouTube, quizás porque sus seguidores aprecian que alguien les haga ver esas obras de una forma nueva.

  • Más figuras


    De un tiempo a esta parte, los dibujitos nacidos en márgenes de hojas se están animando a expandirse a cualquier parte de la hoja. Ya no puedo tomar apuntes ni anotar nada sin que se me vaya la mano. Como su soporte original no es muy bueno y además necesito mis apuntes, entonces los dibujos los escaneo y les doy un par de toques en la compu. No quedan del todo prolijos, es cierto. Pero voy a ver si me paso a los vectores y salen cosas más interesantes que al final se puedan destinar al grabado, la serigrafía o simplemente la impresora.

  • Señora, explotó la sopera


    Señora, explotó la sopera, originalmente cargada por señorita leona.

    Lástima que no entra completo en el escáner. El bicho se vería mucho más temible.

    Mariana Fossatti, 2009.
    Collage, medios mixtos.
    Recorte A4 del tamaño original.

  • El newsmaster, un nuevo profesional del conocimiento

    Siempre pensé que una buena alternativa para teletrabajar era dedicarse a ayudar a otros en la búsqueda y filtrado de información específica y relevante. Enseñar el manejo de buscadores y agregadores de contenidos, capacitar en el desarrollo de habilidades de selección de las mejores fuentes, asesorar en el armado de directorios y canales de noticias para grupos y sectores específicos.

    Resulta que ese perfil existe. Se trata de «una nueva profesión para buscadores de información, bibliotecarios digitales, y evangelistas del gerenciamiento del conocimiento: el newsmaster». Leí sobre esto en el blog http://www.masternewmedia.org y me pareció muy interesante.

    El newsmaster se dedica a identificar, filtrar y seleccionar solamente la información de mayor calidad y crear un flujo con esta información a través de RSS. Puede hacerlo a demanda, para empresas y organizaciones, o crear un canal público que se sustentaría con publicidad y patrocinios.

    Más allá de los modelos de negocio, creo que esta puede ser una necesidad real en la web de hoy, que con la proliferación de contenidos creados por los usuarios, se multiplica en recursos constantemente. Estos recursos son muy ricos y pueden constituir una fuente de aprendizaje y nuevas oportunidades para quien los sepa usar. Pero pueden demandar mucho trabajo y atención para hacer la «minería de datos» necesaria para sacarles el jugo. Mucha gente ignora que existen tantas fuentes de información útiles, mientras que otros se sienten sobrepasados y no saben cómo administrarlas. El newsmaster puede ser un colaborador clave para estas personas necesitadas de información pertinente para la toma de decisiones, el desarrollo de capacidades y la creación de redes efectivas.

    ¿Creen que este perfil tiene futuro? ¿Alguien lo practica o conoce algún caso? ¿Qué hace cada uno de ustedes para conseguir las mejores fuentes de información y no morir en el intento?

  • Fragile mind


    Fragile mind, originalmente cargada por señorita leona.

    Este fue difícil. Desde lo conceptual veníamos bien, con una serie de diálogos casi mágicos entre los elementos. Pero la estructura fue complicada de resolver. No se dejaba dominar. Todo se me caía hacia abajo, hasta que encontré el rectángulo, o más bien, el hueco enmarcado por el rectángulo.

    El título fue inspirado por una canción de Tom Brosseau.

    Collage hecho a mano
    Hand made collage

    Mariana Fossatti 2009

    21 x 29,7 cm