Internet es un un ámbito esencial para ejercer el derecho a la libertad de expresión. Muchos periodistas alrededor del mundo se han volcado a los blogs, como espacios para mentener una voz independiente y contactarse con audiencias más críticas que buscan información alternativa a la que ofrecen los medios masivos de comunicación.

Asimismo, con las redes sociales, la gente no se reúne solamente a conversar con sus amigos o a «espiar» la vida de los otros. Las personas usan las redes básicamente para informarse más y aprender de formas que antes eran impensables. Es que, como ha dicho Kevin Kelly, fundador de la revista Wired, un  medio como Internet, en el que se creó algo  como la Wikipedia, era algo imposible en la teoría y posible en la práctica. Acerca de esta afirmación, pueden ver una conferencia TED de Kelly del año 2007, pero que todavía es a mi entender removedora y reveladora.

Por supuesto que la capacidad de cualquier usuario de comunicar casi cualquier cosa por Internet implica que todos somos responsables, como ciudadanos digitales, de compartir una ética de la comunicación. No solamente los usuarios personales, también las grandes empresas (Google, Facebook, etc.) a quienes hemos confiado nuestros datos personales y que regulan nuestra posibilidad de compartir información en sus redes. En definitiva, creo en la ética, en el contexto de la sociedad de la transparencia. No en los controles ni regulaciones impuestas en nombre de la moral pública o los intereses económicos.

Aprovecho este post para hacer el anuncio y la invitación a continuar con estos temas en un curso online apoyado por el Portal de Juventud de la UNESCO para América Latina y el Caribe, que va a comenzar próximamente, donde trataremos de apoyar a los participantes en la creación de espacios de expresión libres y abiertos en Internet. Siguiendo este link podrán informarse e inscribirse gratuitamente: http://grou.ps/ciberlibertad