No es una técnica muy conocida, de hecho la acabo de inventar por la circunstancia de tener que hacer trabajos muy precisos y rápidos, para fines bien concretos.

Esta técnica consiste en crear significados potentes, fuertes, directos, con poquitísimos elementos y ayudándose mucho de las herramientas digitales. Léase: cajita de recortes digitales, Google imágenes, Flickr y Photoshop. Los resultados son menos sofisticados, si se quiere, pero no dejan de ser arísticos.

He aquí dos muestras:

Affiche díptico creado para el recital de María Suárez Grupo, música, compositora y excelente cantante, residente en Cipolletti, Río Negro, Argentina.

Ilustración para el cuento «El abanderado», de Jorge L. Gemetto (la definición es irremediablemente mala pero le da un toque impresionista).

En estos trabajos utilizo fotos originales tanto como imágenes tomadas de Flickr (Galerías de El Bibliomata y Playingwithbrushes) y algunas búsquedas erráticas por la web.

Escribo este post sobre el rapid-collage un poco como una autocrítica: de alguna manera esto de rapid  suena a McDonald´s. Pero también rescato el descubrimiento de cierto oficio y de cierta acumulación de recursos estéticos y técnicos que para algunas cosas pueden servir (sobre todo si las creaciones se necesitan para ayer).  Pero no es la idea decir que ahora tengo más «oficio» que antes. En realidad, lo que me encanta de esto es aprender a valerme de la remezcla, del remix, del apoyo en recursos creados por otros y compartidos por la comunidad en las redes de creadores a través de Internet. Me siento una afortunada recolectora en un rico mundo de texturas, tipografías, imágenes, ideas.

En fin, todo está inventado, no vamos a pretender «crear» desde cero, y de eso se trata este proceso de rapid-collage basado en la cultura del remix.