A veces pasa. Alguien me habla y no escucho. A lo mejor tengo una neurona que se ramificó demasiado y estiró sus dendritas hacia el cielo, buscando la luz fuera de mi cerebro. Es fastidioso para el pobre interlocutor (o será que el interlocutor es un fastidio).

Collage hecho a mano
29,5 x 21 cm
Mariana Fossatti 2009